Aun no puedo disfrutar de la playa pero me queda poquito y me ha venido a la mente, algo muy típico de estas fechas.
Estas tumbado tranquilamente con tu toalla tomando el sol y de repente sientes como una nube te quita todo el sol.
Levantas la cabeza y ¡¡HORROR!! No es una nube es la Loli, la Paqui y todas las vecinas que vienen cargadas con 2 sombrillas, 3 neveras y una patulea de niños que han invadido mi espacio vital, y eso que la playa esta medio vacía, pero hay que ponerse en primera línea de playa caiga quien caiga.
Después viene cuando los niños empapados de agua van a decirles a sus madres 50 veces seguidas que el agua esta buena, que el Borja le ha echado agua... y claro, el niño te salpica arena y agua helada hasta en lo mas profundo de tus entrañas.
Como estas embadurnado de protector, te quedas cuan croqueta a punto de ser echada a la sartén.
Levantas la cabeza con cara de querer ahogar al niño y la madre ocurrente dice a la 5ª vez que pasan, ten cuidado no salpiques arena AL SEÑOR.
No sé que me sienta peor si la arena o lo de señor.
Esas sufridas madres que sentadas bajo la sombrilla acompañada de las vecinas no paran de criticar a todo el barrio(versión local y más cercana de Tómbola como si fueran Mariñas y la Patiño) y todo esto sin parar de comer pipas, sandia, melocotón... y sin quitar ojo de los niños que para eso se han puesto cerca de la orilla.
De repente en medio de un bocao de fruta, sale el grito Jonathan no te metas pa lo jondo que tu no sabes nadar... cuan megáfono con pilas recién estrenadas y que es capaz de oírse a 50 kms a la redonda.
Pero las que están a punto de ajogarse ellas, no por el agua sino porque tienen la boca llena, desde que han llegado no han dejado la mandíbula quieta.
O si no, como bien decía Sabina, Borja como te ajogues te mato...
En fin, esperando que llegue el día 15 para volver a vivir esta situación.
UN BESO, JUAN
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